Simplemente Gary Frank

Con motivo de las presentes Jornadas del Comic de la villa de Avilés, uno de los organizadores, GMF, me había pedido un breve comentario sobre uno de los artistas invitados, Gary Frank, para la guía oficial de las Jornadas; trabajo que una vez hecho hube de retocar porque se apartaba de lo que los responsables buscaban, de tal manera que la versión que finalmente verá la luz es bastante distinta de la que redacté originalmente. Como quiera que me daba pena desaprovechar el original, y además Frank es un autor que se ha movido siempre en el terreno del comic de ciencia-ficción y/o terror, me ha parecido oportuno ofreceroslo aqui en exclusiva (e incluso, quienes tengan la guía, podran hacer odiosas comparaciones).
"Este chico promete"; debió pensar Peter David al ver el elevado nivel de calidad con el que Gary Frank ilustraba sus guiones para The Incredible Hulk. Tanto, que cuando en 1996 DC le ofreció la oportunidad de relanzar la nueva versión post-crisis de Supergirl, no tuvo ningún reparo en volver a colaborar de nuevo con el británico en una tanda de episodios que han hecho historia.
Nunca Supergirl había lucido en un comic tan impresionante y a la vez atractiva, mitad ángel, mitad demonio. El personaje original no era más que una insulsa versión femenina del Hombre de Acero, políticamente correcta y tan interesante como el capítulo 1001 de Dallas. Peter David cambió todo eso. Cogió a la criatura de protomateria llamada Matrix y la fusionó con una adolescente moribunda llamada Linda Danvers para a partir de ahí, con la colaboración invalorable a los lápices del artista que nos ocupa, empezar a reconstruir al personaje. David y Frank recrean una nueva Supergirl para los 90, con una nueva identidad, un renovado e interesante plantel de secundarios y un nuevo enfoque que mezclaba el comic tradicional de superhéroes con la ciencia-ficción, el terror e incluso algunos toques de Fantasy cuidadosamente aderezados.
Buena parte del mérito por la atractiva estética de la serie se debe al gran trabajo que realizó Frank en ella. De hecho, pese a que el británico sólo se encargó de los nueve primeros de los 80 episodios totales de la serie, su aportación es fundamental, ya que él es quien plasma la imagen definitiva de Linda Danvers / Supergirl, su familia, amigos y enemigos, ciudad y entorno, que con mayor o menor fortuna intentarán continuar fielmente sus sucesores, como Leonard Kirk.
Nacido en Bristol en 1969, Gary Frank se ha labrado una sólida reputación como uno de los mejores dibujantes británicos de comic de los últimos años. Aunque el artista cita entre sus principales influencias a autores como Steve Rude, Jaime Hernández, Alan Davis o Jim Lee, su estilo recuerda más al de su compatriota Brian Bolland, por la rotundidad de sus trazos, el gusto por el realismo detallista y su habilidad al dibujar seres vivos, ya sean humanos o animales (su Gorilla Drodd es uno de los mejor dibujados en comic alguno) lo que lo entronca a su vez con maestros clásicos de la ilustración como Burne Hogarth.
Frank se dio a conocer a principios de los 90 por sus trabajos para la filial británica de Marvel Comics, para la que dibujó series como Motormouth & Killpower y Dark Angel, que le ayudaron a dar el salto al mercado norteamericano. Ya en los EEUU, su primer trabajo importante sería una larga etapa en The Incredible Hulk, con Peter David, con el que repetiría créditos en Supergirl. Tras algún otro encargo para la DC, como el especial Black Canary / Oracle: Byrds of Prey en 1996 (del que el autor se siente especialmente orgulloso, y que fue el origen de la serie del mismo nombre) o la ya citada Supergirl decidió estrenarse como autor completo y probar suerte en el siempre difícil mundo de la autoedición con Kin: Descent of Man (2000/2001), que había de ser la primera entrega de un puzzle compuesto por varias miniseries que narraban el enfrentamiento en la actualidad entre los descendientes de los neandertales y sus ancestrales enemigos, los cromañones (o sease, nosotros). Frank fusiona la antropología con la ciencia-ficción y el comic de espías en los seis números que componen esta primera (y única hasta la fecha) miniserie, con un final mucho más abierto de lo que desearían sus lectores.
A continuación vino Midnight Nation (2001/2002) la primera de sus colaboraciones con el guionista estrella del momento, J. M. Straczynski, un comic de terror metafísico con críticas soterradas a la sociedad de consumo y al American way of life. En ese mismo año de 2002 firma un contrato de exclusividad con la editorial Marvel, donde tras hacer algún número suelto de relleno pasa a convertirse en el dibujante regular de Supreme Powers, también bajo la batuta de Straczynski, en la que actualizan el origen del Escuadrón Supremo con un enfoque más adulto, crudo y realista.
Si hubiera que resumir en pocas palabras las claves del éxito de Gary Frank podríamos decir que es un gran profesional, cumplidor y perfeccionista, amén de creador de un estilo gráfico muy personal y atractivo. Frank es un dibujante más clásico y académico que experimental. Frente a la espectacularidad distorsionada de un, por ejemplo, Rob Liefeld, Frank es un narrador nato; un experto en el difícil arte de saber contar una historia en viñetas, algo tan básico y que sin embargo tantos supuestos profesionales olvidan. Asimismo, domina a la perfección la anatomía humana, así como la perspectiva y la profundidad desde todo tipo de ángulos y planos. Su dibujo es claro y preciso, rico en matices y detalles sin llegar a caer en el horror vacui ni el recargamiento excesivos; aunque tal vez por ello en ocasiones semeja un tanto frío y estático. Ya hemos comentado las reminiscencias a Bolland, aunque con marcadas diferencias, ya que mientras que el dibujante de Juez Dredd suele imprimir un toque caricaturesco a sus trabajos, el estilo de Frank es más realista y elegante. Sus personajes no son tan expresivos y tienen siempre un aire de seriedad melancólica que les caracteriza, características todas ellas ya presentes en su Supergirl y que el artista ha pulido y perfeccionado en obras posteriores.
En la actualidad, el dibujante alterna su trabajo al frente de Supreme Powers con el diseño ocasional de ilustraciones o portadas para otras series de la casa. Su visita a estas Jornadas del Comic de la villa de Avilés supone una oportunidad de oro para todos los admiradores patrios de su obra de conocer de cerca a uno de los mejores dibujantes del momento y que, a buen seguro, aun tiene mucho – y mejor – que ofrecernos.

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