Richard Matheson y Soy Leyenda

Hace poco he tenido ocasión de ver Soy Leyenda, la tercera – si las cuentas no me fallan – adaptación cinematográfica que se ha hecho de esta novela, quizás la más famosa de todas las escritas por Richard Matheson, lo que demuestra la calidad intrínseca de esta obra, por la que no pasan los años y conserva aun hoy, como el primer día, su capacidad para sobrecogernos y perturbar nuestros sueños.
Matheson es una de las figuras más importantes del género fantástico de la segunda mitad del siglo XX y en la actualidad, y no sería exagerado afirmar que ha sido (con permiso de Stephen King y Peter Straub) el escritor norteamericano de terror y suspense más influyente en la literatura y cine del género desde Poe y H.P. Lovecraft gracias a sus novelas, antologías de relatos, guiones cinematográficos y televisivos.
Como muchos otros escritores de terror y/o ciencia ficción Matheson se estrenó escribiendo historias cortas para diversas revistas y magazines que posteriormente aparecerían recopiladas en antologías como El tercero a partir del sol (1954), pero su carrera empieza a despegar sobre todo a partir de la publicación, ese mismo año, de Soy Leyenda, a la que seguirían otros títulos indispensables como El increíble hombre menguante (1956); El último escalón (1958); La mansión infernal (1971); Al otro lado del tiempo (1975) y Más allá de los sueños (1978), la mayoría de las cuales han sido llevadas a la gran pantalla, al igual que la que ahora nos ocupa.
Paralelamente Matheson desarrolló una intensa labor como guionista de cine y TV. Fue uno de los autores recurrentes de la mítica serie The Twilligt Zone; escribió el guión del segundo telefilme protagonizado por el periodista Carl Kolchak (The Night Strangler, 1973), y colaboró en la posterior serie televisiva dedicada al personaje, entre otros ilustres trabajos.
Examinando atentamente la obra de Matheson es posible descubrir algunas pautas o temas recurrentes que aparecen en la mayoría de sus trabajos, empezando por un explícito interés por el más allá, los fenómenos paranormales y la vida después de la muerte, tal y como es el caso de El último escalón, Al otro lado del tiempo y Más allá de los sueños. Otras novelas, por el contrario, se basan en la premisa de una inversión de valores: en El increíble hombre menguante objetos y criaturas cotidianas se vuelven terribles amenazas a medida que el protagonista va encogiendo de tamaño; mientras que en Soy Leyenda Robert Neville, el único hombre normal en un mundo poblado por monstruos, acaba convertido a su vez en un monstruo ante los ojos de las criaturas a las que persigue y extermina.
En Soy Leyenda Matheson retoma además un argumento seminal de la ciencia ficción: el fin de la humanidad y la lucha de los últimos restos de civilización contra el caos y la extinción. Un esquema clásico presente en obras decanas del género como El reino de la noche (1912) de W.H. Hodgson, y que con posterioridad a Matheson han retomado otros autores como George Romero (El amanecer de los muertos vivientes, 1978) o Stephen King (La Niebla, 1981). En todas estas historias cobra especial importancia el concepto del Refugio: un lugar que se convierte en la última línea de defensa de la humanidad frente a los monstruos que acechan en el exterior, ya sea la casa fortificada de Robert Neville en la novela de Matheson, o un supermercado en los casos de King y Romero.

(Continuará...)

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